sábado, 26 de diciembre de 2009

Eso que habla por nosotros, que nos habla o. Algo no sabido y que siempre es lo más parecido a la verdad.
Sin querer, los dos post anteriores anteriores refieren lo mismo o se encuentran en cierto lugar. A un texto no lo conocía hasta hoy, al otro lo había leído infinidad de veces.
Ahora dialogan más allá de mi ceguera y mis intenciones.
“¿Qué es lo que regresa cuando Santillán vuelve sobre sus pasos para auxiliar a Kosteki? ¿Existe algo que haya retornado junto con esos pasos con los que Santillán retorna hacia el compañero caído? Santillán vuelve a pesar de los tiros y el pánico, ¿y qué retorna con él? Me lo he preguntado hasta hoy. Los giros en la historia siempre son retornos. Y Santillán retorna. Contra todo pronóstico. El derrotero de todas esas carreras que huían de las balas parecía inexorable y sin embargo la historia es una sucesión de derroteros quebrados. Y Santillán quebró un derrotero.”

Cita de la novela Piquito de oro, de Gustavo Ferreyra. Aclaro que no la he leído; sin embargo, encontré sus palabras en una reseña y quise guardarlas para mí. Y para quien guste pasar y hacerlas suyas.

viernes, 25 de diciembre de 2009

"La nostalgia se codifica en un rosario de muertos y da un poco de vergüenza estar aquí sentado frente a una máquina de escribir, aun sabiendo que eso también es una especie de fatalidad, aun si uno pudiera consolarse con la idea de que es una fatalidad que sirve para algo."
"Muchos tuvieron más suerte que yo, conversaron largamente con Guevara. Aunque no era imposible ni siquiera difícil yo me limité a escucharlo, dos o tres veces, cuando hablaba con Masetti. Había preguntas por hacer pero no daban ganas de interrumpir o quizá las preguntas quedaban contestadas antes de que uno las hiciera. Sentía lo que él cuenta que sintió al ver por única vez a Frank País: sólo podría precisar en este momento que sus ojos mostraban en seguida el hombre poseído por una causa y que ese hombre era un ser superior."
"Dicho más simplemente: nos cuesta a muchos eludir la vergüenza, no de estar vivos -porque no es el deseo de la muerte, es su contrario, la fuerza de la revolución-, sino de que Guevara haya muerto con tan pocos alrededor."

Extractos de "Guevara", pequeño artículo que escribió Rodolfo Walsh en octubre de 1967, a pocos días del asesinato del Che.
(Las cursivas son mías)

viernes, 18 de diciembre de 2009

CANCIÓN
Aquí conmigo, un primero de octubre, tarde líquida de sangre y agua y saliva,
aquí conmigo, en la noche de hotel y en el aliento del brandy y el café,
aquí conmigo, domesticada y sin ansias, hecha de despojos,
aquí conmigo mi soledad, materia inerte, ya sin queja y sin tremor:
con ella no escondo cartas entre la manga, no tengo cartas, no tengo mangas, estoy desnudo
con mi música, aquí conmigo, lejos del apresuramiento y de las balas,
ajeno al acoso de la cita y del teléfono, incólume tras el descendimiento a los infiernos.
Me pongo la máscara, me quito la máscara, busco otra máscara,
voy descarándome.
Perdí mi rostro y lo recojo ahora,
en esta noche de hotel, cuando mi soledad se vuelve tibia,
transparente,
y repaso sereno las agonías:
¿Adónde he quedado yo, tras tanta máscara?
Sólo el miedo permite seguirme tras el tiempo,
si bien cabe atribuirlo todo a una conjura:
¿Alfileres sobre una foto mía? ¿Un rezo? ¿Malas artes de la brujería y el halago?
Mentiras. Soy el dueño de mis dichas y mi miedo
y de unos blancos senos que ocupan cinco años de mi vida.
Y ahora, aquí conmigo ahora, en esta medianoche,
está ella silente como un gato, mi soledad llena de pasadizos
como un hormiguero abandonado.

Darío Jaramillo Agudelo