viernes, 12 de agosto de 2011

Datos: Mario Roberto Agustín Santucho era séptimo hijo varón; obedeciendo a ciertas creencias populares, sus padres lo hicieron bautizar dos veces, y en la segunda de ellas fue apadrinado por el presidente Justo. Datos: Inexplicablemente, el diario El Liberal, de Santiago del Estero, conmemoró entre sus efemérides, el 7 de enero de 1986, "el viaje de estudios de Mario Roberto Santucho y su esposa". Datos: Mientras estuvo preso, Santucho imponía una férrea disciplina a los otros guerrilleros; los instaba, por ejemplo, a leer la Fenomenología del Espíritu, de Hegel. Datos: Tras la fuga del penal de Rawson, Salvador Allende le hizo llegar a Santucho su pistola como prueba de solidaridad, aclarándole sin embargo que no compartía sus métodos. Datos: Poco tiempo después de nacer Santucho, la curandera del pueblo de su madre vio al recién nacido y dijo: "Ay, ay, niña, será como un rey, algo grande, que llegará lejos pero no llegará, y todos sufrirán porque el barro y la sangre, amasados en el azar de Dios, partirán su cabeza negrita". Datos: Según Daniel Bensaid, cuando Santucho estuvo en París durante mayo del '68, se las arregló para asombrar a miembros de la Liga Comunista Francesa: "Ustedes tienen un bajísimo nivel de violencia en las acciones de masas".
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Seoane, a través de la biografía de Santucho, ha escrito un libro de historia: un excelente libro acerca de la historia argentina durante las últimas décadas. La impecable estructura narrativa de Todo o nada..., que se lee como una novela, ordena un cúmulo de datos cuya pesquisa debe haber constituido un trabajo agotador. Como buen libro de historia, sin embargo, el de Seoane no se limita a describir los hechos -si la descrípción lisa y llana es posible-, sino a explicarlos: Santucho no fue un delincuente común ni el producto de raras ideas foráneas. Fue un intelectual cuyo antepasado más antiguo peleó junto con Manuel Belgrano, un hombre que optó, equivocadamente, por ejercer de un modo violento la crítica de la violencia.
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De "Hasta la victoria", un texto de C.E. Feiling compilado en Con toda intención.
(Las cursivas finales son mías.)