LA PENA EN ESA CIUDAD
La pena en esa ciudad
eran unos inmensos
edificios
blancos y ciegos y adentro
de cada uno había un hombre
para el que en esa
ciudad la pena era
unos inmensos edificios
blancos y ciegos
con un hombre adentro
para el cual la pena
en esa ciudad
era un edificio blanco
con un hombre adentro
blanco y ciego.
La pena en esa ciudad
eran unos inmensos
edificios
blancos y ciegos y adentro
de cada uno había un hombre
para el que en esa
ciudad la pena era
unos inmensos edificios
blancos y ciegos
con un hombre adentro
para el cual la pena
en esa ciudad
era un edificio blanco
con un hombre adentro
blanco y ciego.
Juan José Saer, El arte de narrar.
Usted también está encerrado en uno de esos inmensos edificios? Salga un cacho, asómese a la ventana. Besos.
ResponderEliminarpasa que Saer tiene una pluma espejada, jeje, saludos
ResponderEliminarPicarón.^_^
ResponderEliminarQué ha sucedido con las servilletas? Las va a dejar así... olvidadas y en blanco?
ResponderEliminarLo mismo me pregunto... se acabaron las palabras o los sentimientos?
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