Mientras me lavo la cara
Darío, parado, grita y gesticula.
Bajo una frazada marrón,
Daniel se ríe y habla de sus novias.
Están borrachos y los que gritan en la cocina,
como diputados, también.
Mi vieja, resucitada,
golpea las ventanas, pidiendo entrar.
Al amanecer, bajo una claridad despiadada;
cigarrillos, libros desperdigados,
platos con comida.
Camino, despacio, hasta el baño;
sé que la desgracia está sobre nosotros,
no ahora, tampoco el año próximo,
todavía somos jóvenes, pero eso
se pierde enseguida.
No tenemos nada, pienso,
mientras me lavo la cara,
ni un oficio, ni una herencia,
ni una casa de sólida piedra.
Fabián Casas, en El Salmón.
Invitación al viaje, por Julio Ramón Ribeyro
Hace 4 días
fernando/ramiro soy casista, veo, como vos.. qué buena la cibernauticidad!
ResponderEliminarnos vem los mart! on mart!
(y come on dijo el lión)
rocita
no sé si "casista" (ja), pero hay poemas que están muy bien. de hecho, casi subo otro de él. vendrá más adelante.
ResponderEliminaron mart, yeah!
ramiro (?).